La lista que cambia tus creencias
Hay una serie nueva en Netflix.
Se llama “The playlist” y cuenta la historia de cómo surgió Spotify.
Es curioso, cuando la gente piensa en la empresa solo ve un gigante tecnológico, un SEO y socios millonarios, pero nadie conoce el pedazo de follón que hubo detrás.
Peleas con los frikis de los programadores para que se pusieran las pilas, peleas con las discográficas por los derechos de la música, peleas con los inversores, peleas con los artistas, peleas entre ellos...
En fin, que no fue algo así como resolver un crucigrama y hacer millones.
Aparte de que la trama es entretenida y está bien contada, hay un elemento que me gusta mucho.
La serie ofrece diferentes puntos de vista.
De repente ves al fundador, un veinteañero allá por los primeros años del 2000, medio pelao y con cara de pringado, pero que acaba de vender una empresa tecnológica que creó desde una habitación hecha un lío y con un ordenador... por un par de decenas de millones de coronas (el tío es sueco), que son un par de millones de euros.
Como estaba más aburrido que una ostra y ya no sabe qué comprar con tanto dinero, empieza a pensar y ahí comienza la nueva aventura: crear Spotify y transformar la industria de la música.
El tío va contando sus batallas, su frustración cuando intenta negociar con las discográficas, la presión de lanzar el software cuando se le acaba el dinero y las discográficas no dan el brazo a torcer, y luego sale otro chaval, uno que es un genio de la programación y lo llaman para dirigir un equipo élite de programadores frikis, y dice... “así no es como sucedió”, y va y empieza a contar la historia desde su punto de vista.
Después de que ves cómo se desarrolla la movida desde la perspectiva del programador, sale otro tío, el cofundador, el que puso la pasta y dice... “así no es como sucedió...” y empieza a contar su versión.
Es fabuloso, porque en la mente sucede lo mismo.
Mira, lo que vives en un m momento dado está filtrado por tus creencias, que a su vez están teñidas por la cultura, lo que te enseñaron de pequeño, tu entorno familiar, etc.
Es decir que nunca ves lo que pasa realmente sino que ves un punto de vista.
Te doy un ejemplo.
Empiezas con toda ilusión una relación amorosa y luego zas, te dejan (como le pasó a Shakira, si no leíste el mail donde hablo de esto haz click aquí).
Entonces te surgen una avalancha de emociones, te pones triste, te agobias, te sientes desolada, piensas que ahora te depara una vida deplorable de soledad...
O no.
A lo mejor piensas “que le den”, empiezas a salir de fiesta, cuando llegas a tu casa y escuchas el silencio te sientes en paz y feliz de que nadie te toque los cojones (o los ovarios).
¿Ves? Mismo evento, reacciones diferentes por medio de interpretaciones diferentes.
El problema es que muchas veces no podemos controlar esas reacciones, esto es porque el subconsciente tiene más poder que la mente consciente, y si en algún momento de tu vida, en un momento donde no tenías suficiente fuerza o madurez tu mente interpretó que no eras suficiente... Houston, tenemos un problema, cualquier evento será una excusa para sacar a relucir esa creencia.
Bien, ahora la buena noticia, las creencias subconscientes se pueden modificar.
¿Cómo?
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